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Patricia Decker, de 43 años, decidió en medio de la pandemia separarse de su pareja, quien consume drogas y la maltrataba. Tiene tres hijos y cuida a su madre con discapacidad. Durante un año sobrevivió con USD 50 que recibía del bono de desarrollo humano; es decir, USD 1,66 diarios.
Sin un lugar donde vivir y con un préstamo de USD 200, levantó un pequeño cuarto con cañas y techo de zinc en la Cooperativa Las Talías, en Monte Sinaí, al noroeste de Guayaquil. Allí viven los cinco miembros de la familia.
Fuente: Primicias.ec
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