Un grupo de prisioneros de la ciudad de Guayaquil asistió a una capacitación educativa a inicios de este mes. Foto: Cortesía |
El kit educativo es básico. Tiene tres cuadernos, un sacapuntas, un borrador, una regla, un esfero y un lápiz. Con esos materiales, más de 6 900 presos cursan actualmente cuatro programas educativos dentro de las prisiones del país. Pero esta cifra refleja apenas el 17,8% de toda la población penitenciaria.
La mayoría de detenidos (82,2%) no tiene acceso a la educación, según las últimas estadísticas del Organismo Técnico de Rehabilitación.
Ese ente hizo una evaluación sobre los programas que hay en las cárceles y detalló que, hasta diciembre de este año, el Ministerio de Educación debía aumentar el número de presos en cursos de alfabetización, escolaridad y bachillerato.
De allí que este año los programas de educación han llegado a 30 de las 37 prisiones que existen. Los problemas más graves están en las cárceles grandes. La violencia de bandas delictivas afecta también a la educación de los reos.
En la Penitenciaria de Guayaquil, los guías cuentan que los detenidos no tienen interés en aprender ni educarse. Esto ocurre especialmente con los presos de pabellones dominados por bandas delictivas.
Según los uniformados, antes que instruirse los privados de libertad prefieren ganar dinero con actividades delictivas como vender droga, introducir objetos prohibidos o extorsionar a sus compañeros.
En esta prisión, los agentes han reportado que las mafias amenazan a personas para evitar que la gente se eduque.
Con las últimas masacres sucedidas en ese centro, las clases se han afectado también. La infraestructura de los espacios educativos ha sido destruida por el cruce de balas y explosivos. En otras ocasiones, en cambio, las alertas de amotinamientos han impedido el ingreso de los maestros.
Los presos que están en clases dicen que el último año ha sido muy irregular. En esta prisión existen 8 542 presos y apenas 668 cursan el año lectivo.
El Ministerio de Educación ha reconocido que existen dificultades en los procesos educativos dentro de las cárceles, pero señala que tiene un plan de ruta que se potenciará en los próximos dos años.
La idea es destinar más recursos para estos planes. Actualmente, el Estado invierte USD 3,5 millones en los cuatro niveles educativos.
Fuente: El Comercio
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