El “avance” en diálogos con grupos sociales da un nuevo aliento al Gobierno. Acercamiento está atado a la respuesta sobre precio de los combustibles.
El ambiente se distendió. Aunque sin acuerdos, el solo anuncio de que hay avances en los diálogos entre el Gobierno y las organizaciones sociales aligeró ayer las tensiones al interior de la Asamblea Nacional, aunque hay consciencia de que este optimismo se podría romper antes que finalice el mes.
Esto, porque la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) puso ayer la fecha límite del 25 de noviembre para que el presidente Guillermo Lasso dé una respuesta a la demanda de reducción del precio de los combustibles. Si esta no satisface a la agrupación, las conversaciones podrían llegar a su fin.
La ministra de Gobierno, Alexandra Vela, había preferido no hablar de plazos definitivos para el análisis interno del Ejecutivo a la propuesta indígena de establecer el precio del diésel en $ 1,50 y de la gasolina en no más de $ 2,10. Dijo que eso podría tomar hasta tres semanas.
Pese a la incompatibilidad de fechas, el Gobierno siente que este avance en las conversaciones con los grupos sociales le puede dar un nuevo aire a su relación con la Función Legislativa para recuperar el “canal de estabilidad” que se habría perdido y que derivó en enfrentamientos iniciales que, según Vela, bloquearon la acción del Gobierno en el inicio de su gestión.
El asambleísta del Partido Social Cristiano (PSC) Esteban Torres calificó como “saludables” los acercamientos alcanzados por el Ejecutivo y la Conaie, y reconoció que esto aporta a bajar las tensiones con varios sectores sociales, políticos y productivos.
“Hay un pedido lógico de ciertos actores de que se congelen los precios que siguen subiendo. Podría ser un punto medio entre el precio actual y el precio que propone la Conaie. Eso se podría manejar”, señaló Torres.
Sin embargo, varios sectores han cuestionado la nueva demanda del movimiento indígena y la posibilidad de que el Gobierno ceda ante eso.
El analista político Arturo Moscoso no está convencido de que la Conaie tenga reales intenciones de llegar a acuerdos, porque pese a que las autoridades han explicado lo costoso que es para el país mantener el subsidio, insiste en una reducción importante.
“El precio ya fue congelado, el Gobierno ha cedido y la Conaie no lo ha hecho en nada y mantiene la amenaza de la protesta. Volver a ceder sería una muestra grave de debilidad”, manifestó Moscoso.
En Pachakutik también hay un cauto optimismo y están a la espera de la respuesta que entregue el primer mandatario al tema central, que es el de los combustibles, para continuar con el diálogo. “El Gobierno ha pedido un compás de espera de 15 días y en ese contexto hay que armarse de paciencia y apoyar este proceso de diálogo”, señaló el legislador Darwin Pereira.
En la otra orilla del optimismo se ubicó el correísmo, que aunque reconoce el acercamiento con otros sectores, vaticina que el Gobierno no podrá cumplir con las demandas de la Conaie, porque hay otros compromisos asumidos con organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI) contrarios a las aspiraciones de los movimientos sociales.
Fuente: El Expreso
0 Comentarios