LAS ALFOMBRAS DE GUANO SON HISTORIA Y TRADICIÓN

Esta actividad se remonta a tiempos de la colonia época en que los padres Franciscanos fundaron los obrajes.




En Guano, cada pecho es un templo, cada casa un taller donde lo más representativo y que posee prestigio internacional son sus alfombras tejidas a mano.

La fama de los artesanos de Guano supera las fronteras del Ecuador, sus alfombras tejidas a mano son Patrimonio Cultural del Ecuador, la industria del cuero es un atractivo turístico de este pueblo mágico. La tradición se acrecienta con tejedoras de ponchos, picapedreros y artesanos de la cabuya y totora.

En el cantón Guano, se tejen alfombras de lana de borrego que son muy apreciadas por ecuatorianos y extranjeros por su calidad y diseño. Todas las alfombras toman forma en telares verticales de madera en los cuales los artesanos demuestran sus habilidades.

El trabajo de las alfombras es realizado manualmente por hombres y mujeres, quienes siguen un diseño previamente trazado en papel. Las alfombras se tejen con herramientas rudimentarias, sobre urdiembres de algodón y con hilos de lana de diversos colores.


Indudablemente, la artesanía de las alfombras ha constituido una actividad económica muy dinámica en la zona. Varios artesanos y comerciantes han obtenido altos ingresos a través de este trabajo. Sin embargo, es también una actividad que ha permitido la concentración de los recursos en un pequeño grupo que, por contar con mayores disponibilidades de capital y acceso al crédito, ha logrado controlar las redes de comercialización y en consecuencia ha absorbido la demanda existente.

En la actualidad, el pequeño productor independiente difícilmente puede mantener ya ese carácter pues la falta de capital de trabajo, las dificultades para la adquisición de materia prima y la carencia de canales propios de comercialización, le obliga a crear relaciones de dependencia con los comerciantes, dependencia por otra parte, muy difícil de ser desterrada por el trabajador en forma individual. Es previsible, a corto plazo, a medida que las dificultades para adquirir lana en pequeñas cantidades se acentúen, prolifere también en este oficio el sistema de trabajo a domicilio.


Es claro que los problemas que enfrenta esta actividad, sobre todo en el caso de los talleres de menor tamaño y recursos económicos incipientes, no pueden ser enfrentados con éxito de un modo individual por los artesanos; por consiguiente, es fundamental que se fortalezca la organización gremial. Sólo trabajando de manera solidaria será posible crear buenas condiciones para adquirir materia prima, conseguir mejores precios, encontrar en el futuro canales propios de comercialización y llegar a colocar el producto en el mercado externo.

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