Las aplicaciones bancarias agilizan las operaciones. Estas requieren de una manejo adecuado para que resulten efectivas y, sobre todo, briden seguridad ante pérdidas o robos de los equipos.
El pasado 6 de octubre, un ciudadano denunció en redes sociales el robo de su celular.
Así los asaltantes pidieron un crédito desde su cuenta en la aplicación móvil. El banco entregó el dinero, el cual fue sustraído por los delincuentes.
La normativa vigente establece que, en estos casos, las entidades financieras suspendan o bloqueen los canales electrónicos a partir del día y hora en que el cliente notifique el evento. Esto se hace por escrito, por teléfono o por cualquier otro medio que constituya medio de prueba, de acuerdo con lo previsto en la norma.
Según la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (Asobanca), las entidades bancarias son muy rigurosas en estos temas y "por ello cumplen con esta disposición a cabalidad".
El gremio recalcó que los bancos realizan esfuerzos e inversiones en seguridad y tecnología para proteger a sus clientes. Esto ha permitido tener aplicaciones seguras, aseguró Marco Rodríguez, presidente ejecutivo de Asobanca.
Sin embargo, un importante desafío en el país es la falta de educación digital en torno a temas de ciberseguridad, dijo el directivo. "Los usuarios deben aplicar conceptos básicos y reglas claves de ciberseguridad. Estas son necesarias para utilizar correctamente las herramientas digitales y evitar ser blanco de la delincuencia", aseguró.
El Comercio
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