El exvicepresidente Jorge Glas permanece en prisión desde octubre de 2017. Un grupo de agentes lo resguarda. Foto: archivo / EL COMERCIO |
El exvicepresidente Jorge Glas acaba de cumplir 50 meses dentro de la cárcel de Cotopaxi. Permanece en uno de los pabellones más vigilados.
Un grupo de agentes lo resguarda las 24 horas del día. De hecho, su pabellón está alejado de bandas delictivas o presos de alta peligrosidad. Así lo confirman funcionarios que trabajan en esa prisión.
En los últimos días, Glas ha sido visitado por abogados, familiares y hasta por miembros de la misión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Estos últimos lo visitaron para verificar su estado de salud y las condiciones en las que habita dentro de la cárcel. En cambio, sus abogados se mueven dentro de los Tribunales para conseguir la liberación del exvicepresidente.
La vía más rápida para obtener su boleta de libertad es a través de un beneficio penitenciario. Esto ocurre debido a que Glas actualmente ha cumplido el 69,4% de su primera condena por asociación ilícita.
Ese delito lo incurrió entre 2010 y 2012 cuando, según la Fiscalía, recibió coimas de la multinacional Odebrecht. Esa pena fue impuesta a finales de 2017 y ratificada en tres instancias del sistema judicial.
Lo mismo ocurre con otra condena que tiene por cohecho en el denominado caso Sobornos. En ese proceso, Glas fue sentenciado a ocho años de prisión por recibir beneficios económicos a cambio de la entrega de contratos estatales en sectores estratégicos. En este caso también fue condenado el expresidente Rafael Correa.
El grupo de abogados del exvicepresidente han solicitado a los jueces que se unifiquen las dos penas para que Glas cumpla solo la más alta, pues así señala el Código Penal anterior con el que fue juzgado.
Pero esa petición ya fue rechazada por el juez Luis Vallejo hace tres días. El magistrado señaló que la razón principal es que el exvicepresidente tiene una tercera condena por un delito de cohecho en el caso Singue. Esta sentencia aún no está en firme y por eso no se pueden unificar las penas.
La Fiscalía en todos los procesos ha señalado que la unificación no cabe. Por el contrario, la entidad investigadora ha indicado que las penas se deben acumular. Si esto ocurre, el exvicepresidente tendría que estar en prisión 14 años. La acumulación de penas está legalmente autorizada por el actual Código Integral Penal.
No obstante, solo un juez definirá cuál normativa se toma en cuenta para definir el período de tiempo que el exfuncionario debe estar recluido.
Pero el exvicepresidente Glas no solo tiene tres casos judiciales en su contra. El exsegundo mandatario es indagado en total por otros 16 cargos. Entre esos delitos están concusión, tráfico de influencias, lavados de activos, delincuencia organizada y falsificación de firmas.
Fuente: El Comercio
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