Especialistas ecuatorianos recomiendan que las usen los niños desde los dos años y todo el resto de la población.
En el caso de los más pequeños, de resultar imposible el adecuado uso, los especialistas recomiendan los protectores faciales.
El buen uso de la mascarilla es clave, señala la epidemióloga Andrea Gómez. Ella recuerda que hay que taparse completamente la boca y la nariz.
La médica dice que es importante no compartirla y utilizarla, sobre todo, en espacios cerrados, pero también en los abiertos, en el transporte y en todos los sitios en los que pueda existir una probabilidad de contagio o intercambio de micropartículas.
Gómez señala que mascarillas como la quirúrgica o la N95 han sido testeadas y se conoce que tienen efectividad.
La primera tiene una duración de cuatro horas de uso continuo. Mientras que hay opciones de KN95 que duran hasta 30 horas. “Hay que fijarse en el tiempo que se encuentra rotulado en la caja”, explica.
Su buen uso es importante, dice la especialista. Eso implica cambiarla cuando es necesario, coincide el epidemiólogo Daniel Simancas. Esto, debido a que sus fibras se desintegran y dejan de proteger, explica.
El cubrebocas es una de las herramientas más poderosas que ha demostrado reducir el número de contagios, de hospitalización y muerte, señala el epidemiólogo.
La mascarilla evita que las partículas o aerosoles pasen directamente de una persona a otra, protegiéndolas de un posible contagio, explica Simancas.
El experto dice que, de acuerdo con la última evidencia científica, las mascarillas de tela o quirúrgicas no protegen por sí solas, especialmente en espacios cerrados donde hay muchas personas sin distancia física.
Por ello, recomienda utilizar mascarillas KN95 o N95, que son de uso médico pero la producción es importante, por lo que es factible recomendar a todas las personas, señala.
“Si es que quiere estar más protegido debería utilizar doble mascarilla, combinando primero una quirúrgica y encima una de tela, con lo cual aumenta la protección a un 80 o 90%. Si utiliza una mascarilla KN95 y encima una quirúrgica o de tela aumenta a más del 95% la protección, especialmente en buses y lugares cerrados”, explica Simancas.
Además, recuerda que no se debe mojar las mascarillas con alcohol. Simancas también sugiere que se podría utilizar una mascarilla hasta por cuatro días, pero no consecutivos. Es decir, “yo compro siete mascarillas KN95 y ocupo una cada día. En la próxima semana vuelvo a utilizar la del lunes y así puedo tener un mes seguido con las cinco mascarillas KN95”.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), las mascarillas deben utilizarse como parte de una estrategia integral de medidas para suprimir la transmisión y salvar vidas.
El organismo internacional sostiene que el uso de una mascarilla por sí sola no basta para proporcionar una protección adecuada contra el covid-19, sino que esta medida debe combinarse con las otras como el lavado de manos, el distanciamiento social y la ventilación de espacios cerrados.
Fuente: El Comercio
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